El lugar donde se emplaza el Terminal es un sitio industrial, que ya había sufrido una alteración paisajística y del ecosistema nativo original.

Terminada la etapa de construcción de su Terminal, GNL Quintero quiso hacerse cargo de este impacto, pero dando un paso más allá. De esta forma la compañía se embarcó en realizar una fitorestauración o restauración ecológica, es decir, recuperar lo más posible el paisaje original, con las especies nativas presentes en esa zona, asesorándose de expertos para ello.

Un proyecto que no sólo traería beneficios en términos de control de erosión, ornamentales y de imagen, sino que relevaría la rica flora del sector costero, abundante en especies de bajo consumo hídrico.

Esta iniciativa es pionera en la región y ha recibido varios reconocimientos.

El cambio climático nos obliga a preocuparnos al máximo por el medioambiente y ello implica reducir en gran medida la cantidad de desechos.

GNL Quintero envía a reciclaje todos los papeles, plásticos, cartones y aluminios en un proceso que comprende la segregación de ellos y su almacenamiento en contenedores diferenciados por cada material. El papel, plástico, cartón y aluminio son retirados por un reciclador local, y los residuos como maderas, equipos electrónicos en buen estado e implementos de oficina dados de baja, se ofrecen a la comunidad y personal GNL para su reutilización.

Además de esto, GNL Quintero realiza el vermicompostaje de la totalidad de sus residuos orgánicos, utilizando lombrices californianas que los degradan. El producto de este proceso es el humus, un tipo de abono que se utiliza como mejorador de suelo para el proyecto de restauración ecológica de GNL Quintero.

A través de estas iniciativas, GNL Quintero contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono que se generan, además de aportar a la disminución del uso de rellenos sanitarios.

Una de las estructuras principales del Terminal de GNL Quintero es su Muelle donde atracan los buques. Su emplazamiento a gran distancia de la orilla del mar, además de su altura, sin depredadores cercanos, permitieron que cientos y a veces miles de ejemplares de la gaviota, una de las especies más extendidas en el país, lo escogieran como lugar de descanso.

Esto hizo que se acumularan grandes cantidades de deposiciones, egagrópilas (deshechos alimenticios no digeribles que son regurgitados), plumas y restos de alimento.

Esta permanente acumulación de deshechos causa interferencias con las actividades y la salubridad/seguridad del Muelle, y obliga además a costosos programas de mantención y limpieza.

La solución llegó de la mano de la cetrería, una disciplina que utiliza una serie de técnicas y aparejos con aves rapaces en vuelo (peucos y aguiluchos). Aprovechándose del instinto de supervivencia de las gaviotas, el cetrero hace sobrevolar las aves rapaces en el muelle, espantándolas, y obligándolas a buscar otro lugar para descansar.

Esta innovadora y natural iniciativa ha logrado erradicar exitosamente la presencia permanente de la gaviota en el Muelle, transformándose en una parte fundamental de nuestro programa de mantenimiento.

El Programa de Control de Gaviotas también incluye un componente educativo, que consiste una realización de charlas en distintos establecimientos de Quintero sobre las aves rapaces y su contribución al mantenimiento del ecosistema.